Así comenzamos en la Unidad Terapéutica Educativa (UTE) y en 2023 iniciamos un taller semanal de arteterapia en el módulo PAIEM, coordinado por Alice Friggia y David Cerrone, arteterapeutas formados en la Universidad de Pablo de Olavide de Sevilla.

En junio de 2024, como actividad de fin de curso, los participantes han mostrado a sus compañeros en el salón de actos el trabajo realizado en estos meses. Partiendo de un clásico de la literatura española La vida es sueño de Calderón de la Barca, los participantes se han acercado a los personajes mezclando sus relatos autobiográficos y las ideas que surgieron durante los talleres para crear un espectáculo propio: “Soy Segismundo”

Tal y como ellos se han querido llamar, la compañía LOS DESCOLOCADOS presenta su obra teatro-poesía-autoficción. Un gran proceso de trabajo para preparar la puesta en libertad.

Esta es la experiencia contada por los facilitadores del taller de Arte Terapia:

Somos Alice Friggia y David Cerrone, arteterapeutas formados en la Universidad de Pablo de Olavide de Sevilla. Desde septiembre de 2022, iniciamos un taller semanal en el módulo PAIEM, dedicado a los internos en condición de enfermedad mental. Los perfiles de nuestros usuarios son muy diferentes y los diagnósticos varían: esquizofrenia, bipolaridad, depresión…

Cabe subrayar que entre ellos hay muchas afinidades y puntos comunes, lo cual permite alimentar la cohesión grupal y desarrollar relaciones más empáticas.

El proyecto consta de varios objetivos:  reafirmar la identidad de los usuarios y su autodeterminación, fomentar la motivación, aumentar la autoestima y la autoconfianza, ampliar y fortalecer la cohesión de grupo y la comunicación interpersonal, alimentar la expresión de sus emociones, entre otros.

Los acompañamos a través de las artes, creando así un recorrido a través del cual van cobrando confianza en ellos mismos y en sus potencialidades de forma paulatina. Así, vamos ahondando en la relación que tienen con su enfermedad: le ponemos nombre, la miramos desde diferentes perspectivas hasta llegar, en el mejor de los casos, a una aceptación que les permitirá tener una mejor convivencia con dicho trastorno.

Los lenguajes que usamos son varios, cuando empezamos a trabajar con un nuevo grupo solemos acercarnos a ellos a través de las artes plásticas, con diferentes técnicas y materiales dependiendo de la temática que vamos a tratar, hasta ver que están preparados para dar un paso más grande. Luego, pasamos a las artes escénicas. A través del cuerpo y del movimiento por el espacio, del contacto físico con el otro y del uso de la voz, conseguimos que se inaugure un recorrido más íntimo y más enfocado al compartir y al contar.

Es muy importante para nosotros anotar y observar cómo cambia cada uno de ellos a lo largo del curso y comprobar los pequeños avances que se van dando sesión tras sesión.

Podemos destacar entre ellos los más evidentes y que nos han llamado más la atención: un aumento de la confianza en sí mismos, una relación más sana con la enfermedad, mayor compromiso y motivación, una comunicación no violenta dentro del grupo y un aumento del respeto hacia los demás.

Todos estos factores tienen doble importancia para nosotros: por un lado, hacer que sea más llevadero su período de condena, por otro prepararles a la salida a libertad y a la reinserción dentro de un sistema social al que no están acostumbrados y en el que, muchas veces, se ven desamparados y sin herramientas de acción.

Una medida que nos ha ayudado mucho en el pasado, tanto para afianzar sus logros como para animar a los demás internos, ha sido organizar una muestra ante público. Ya en el 2021 hicimos una representación teatral en el salón de actos del módulo de la UTE a la que invitaron a otros internos para enseñarles cuales habían sido las actividades, los objetivos logrados, las dinámicas y los textos que habían creado a lo largo de las sesiones. La respuesta del público fue muy buena y ayudó a los usuarios-actores a ser más conscientes de su valor y capacidades. El hecho de que un público los vea/mire facilita el proceso de autopercepción, lo cual, para semejante colectivo en riesgo de exclusión social, es un logro muy importante, otorgándoles mucha motivación y autoestima.

Por ello, hemos decidido volver a plantearnos, con los usuarios del PAIEM, la misma fórmula: a finales de este curso, una muestra que resume lo más importante que ocurrió este año en el taller, lo aprendido y lo difícil que resulta comunicarse a veces. Este año decidimos partir de un clásico de la literatura española, La vida es sueño de Calderón de la Barca.  Primero acercamos a los usuarios a la obra explicándoles las temáticas claves, luego encontramos paralelismos y similitudes entre sus vidas y la de los personajes. Finalmente, mezclando sus relatos autobiográficos con algunos versos de la obra original, y gracias a otras ideas que fueron surgiendo a lo largo de varios ensayos y talleres, llegamos a la creación conjunta de un espectáculo corto que se presenta al público en el salón de actos.