1 de julio de 2024

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El responsable es Daniel Rodríguez Redondo que acude cada semana a impartir el Taller de cómic de Solidarios, para compartir con los internos sus trabajos y los de otros grandes ilustradores y creadores de historias. Porque creemos que la cultura, la lectura, el arte, el cómic son herramientas de transformación social.  Aquí nos cuenta cómo llegó a ser parte de esta historia y cuál es su experiencia.

Por una casualidad se está desarrollando este taller de cómic en la prisión de Navalcarnero. Una casualidad buscada de manera positiva pero no garantizada. Coincidí en el tren con la autora de cómic e ilustradora Carla Berrocal, asiento con asiento, a la vuelta del Salón del Cómic de Valencia de 2022. Yo había impreso unas pocas unidades de mi TFM en formato cómic del recién cursado Máster en Cómic y Educación en la Universidad de Valencia. Dirigido por Álvaro Pons y Noelia Ibarra, dichos estudios contaban con un elenco de profesores especialistas en cómic, educación e historia de primer nivel.

No dije nada en todo el trayecto, no me atreví a molestar la tarea de Carla que dibujaba meticulosamente de vuelta a Madrid. Cuando el tren entraba en la estación de Atocha, me armé de valor y saqué un ejemplar del TFM, de los pocos que me quedaban, que había ido regalando en el Salón valenciano y ahora ofrecía a Carla, sorprendida. En un par de frases, ya entrenadas para la ocasión, le di unas pinceladas sobre el proyecto, intercambiamos teléfonos (creo) y nos despedimos en el mismo andén.

Yo volvía a casa con los deberes hechos, satisfecho, habiendo intentado repartir mi idea para que se diera a conocer y se llegase a materializar. Y con una guinda inesperada al haber coincidido con una autora de tal calibre. Volvía pensando ¿y ahora qué? Estudiante tardío a distancia en la UNED, Grado de Historia del Arte y Máster en Cómic y Educación en la UV. Experiencia laboral: la gastronómica, experiencia vital: la periferia madrileña, la periferia, el precipicio.

La casualidad se puede buscar de manera positiva, se puede llamar suerte, se puede llamar como quieras. La cuestión es que a Carla le gustó la idea y me puso en contacto con Solidarios, ya que ella, ya había realizado alguna intervención en prisión. Pero no solo por eso, sino por la base moral en la que creemos (sin haberlo hablado explícitamente) y que Solidarios comparte, que es la de que la cultura y el arte producen cambios en las personas y, por ende, esos cambios, deberían recaer en la sociedad.

Planteé la idea a Solidarios y, Álvaro Crespo, su responsable de cultura en prisiones, no ha hecho más que ayudarme y guiarme con mis preguntas y mis inquietudes por los pasillos por los que voy cargado con cómics, casi como en un videojuego, saltando pruebas y controles, para llegar y encontrar a alguien que busque un cambio de suerte, desde lo positivo, una casualidad, un cómic o una viñeta que le haga dejar atrás definitivamente otras casualidades.

Desde aquí, quiero dar las gracias a Carla, a Álvaro, a todo el equipo de Solidarios y al Centro Penitenciario de Navalcarnero. Por otra parte, gracias a todas las personas que han donado cómics y fanzines que abarrotan la pequeña estantería que tenemos. Y por último y, ante todo, gracias a los participantes del taller de cómic, desde los que han estado hasta los que están. Gracias por leer cómics y enseñarme a enseñar.

Daniel Rodríguez Redondo

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